- Entre los traidores,entre los que callaban.Entre los que curaste, y entre tus amigos...También estaba yo. Porque no hubo ni un hombre, que diera la cara por ti.
- Es tan sencilla la vida contigo, ahora, dejando el revuelo de las horas.Dormir cada noche a tu lado, saberme nombrada en el largo reguero de tus sueños.
- Hoy es tu cumpleaños. En mis manos tengo una caja de ternura. ¡Feliz día!
- Cae la noche, sublime. Nos amamos y me mira; me mira con el alma y con el cuerpo y con las manos y hasta con los ojos me mira.
- Faltaban tres horas para ponerme el vestido blanco y luego decir sí. Ví cómo sería mi vida, la ví pasar durante esas tres horas que no pude frenar, que no pude cambiar. Ni quise.
- Vosotros sabéis que no soy de las que huye de los problemas. Pero quiero pediros algo: dejadme sola. Dejad que me derrumbe un instante.
- Yo soy una mujer encorvada, ahíta de oscuridad. Tengo los ojos vacíos y la luna rota.
- Un grupo de señoras charlando formando un corrillo. Una de ellas habla y las demás escuchan con interés sincero. Te maravillas de la verdadera atención que le prestan las demás, intuyes que la vida es eso.
- Muy bien. Ahora resulta que el azar quiere que me vea ejerciendo de payaso en plena calle Mayor. Bien, está bien. Toca arrebatar sonrisas, hallar amigos y perderlos en minuto y medio, provocar lágrimas de risa.
- - Hola soy María. Te llamaba para decirte que lo he dejado con Carlos. Ya no podía más.El no quería dejarlo, y hoy me está llamando al móvil todo el rato. - Tu sobre todo no respondas.
- Has caminado descalza la vía sacra del santuario quizás para al regreso, regalarme en tus ojos el fugaz parpadeo de tu asombro.
- Aquella noche de marzo fría y desolada, el hombre del abrigo gris, descubrió un arcón de madera agrietado y apolillado. Sin pensarlo lo portó hasta el sótano donde habitaba hacía ya sesenta años. Ese viejo trasto se convirtió en su fuente de creación, ilusión y compañía…
- Paredes y techos, versos y cuentas, calles, gente, ordenadores, mis sueños imposibles, tus metas difíciles, una montaña de dos mil y pico metros, son algunas de las cosas que de vez en cuando se atraviesan en la línea recta que existe entre tú y yo.
- ¡Qué rico el olvido! Pero estoy cansada de recordarte. Con el último sollozo me despido. Mi casa hoy es soledad y a mujer huele.
- Me tumbo sobre la hierba para que la lluvia que en este instante está cayendo arrastre todas las penas, y me alzo con el viento para secarme y poder vestir otro cuerpo.
Los autores de estas “vivencias” por el orden de su lectura son los siguientes:
- JSS MADRID
- Mámen Hernández Cobos MADRID
- María Teresa Echevarría Sánchez MADRID
- Ginés Mulero Caparrós VILADECANS (BARCELONA)
- Patricia Medina MÉJICO
- Pilar Gómez Gracia TORRELODONES (MADRID)
- Nacho Albert Bordallo MÁLAGA
- José Mª Rodríguez Matarredona SEVILLA
- Carlos López Martínez MADRID
- Laura Sánchez Mas LÉRIDA
- Francisco Miguel Artero Galán LORCA (MURCIA)
- Inmaculada Cuéllar López “Alma Buruki” TARIFA (CÁDIZ)
- Adriana Saccoccio Palomar GIJÓN
- Dimitrinka Georgíeva Níkleva GRANADA
- Maider Llanos Encinas RENTERÍA (GUIPÚZCOA)
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