Autor: Alberto Rodríguez Copa, de Villa Clara, CUBA
Hacia occidente, me pierdo, me fatiga la ciudad: tengo mucha más edad, sin duda, en el lado izquierdo; soy también mucho más cuerdo: no hago enemigos en vano; algo al sur, urde la mano la tela de su osamenta, y acaso sin darme cuenta, me voy a dormir temprano. Pero mi lado derecho, metafórico y viril, sugiere un joven perfil, -el otro lado en barbecho- el bíceps grande, y el pecho; elástico y fuerte el paso; tengo aventuras, y acaso alguna vez me enamoro; me pongo un diente de oro; llevo un tatuaje en el brazo. Una va, la otra regresa; ninguna tiene sentido: dos mitades que han reunido alguien sin pies ni cabeza. ¿Dónde confluyen? ¿Cuál pieza falta en mi nombre, en mi voz? Pues soy el jardín de los senderos que se bifurcan, en las vidas que me surcan, ¿hay sólo un hombre, o hay dos?
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