Autora: Cristina Sánchez-Torres Mosso, de Madrid
No sufras, madre, ni te enternezcas,
que no quiero causarte pena.
Ya sé que mi cuerpo es débil
y que mis manos y piernas flaquean;
pero mi corazón y mi mente
tienen alas...¡y vuelan!
Las noches eran oscuras
las madrugadas, inquietas
y ahora brillan mis ojos
con luz de dos lunas llenas
No sufras, madre, no temas
nada ni nadie hoy me encadena
soy más libre, más fuerte, más hermosa y ¡más ligera!
porque coronas de flores son en mi silla, las ruedas.
Preciosa y muy sentida vivencia. Felicitaciones a Cristina.
ResponderEliminarAmada G. Rivera