martes, 17 de agosto de 2010

LIMPIEZA INTERIOR

Maribel Gallego Martínez, de Roquetas de Mar, Almería


En ocasiones el orgullo debería aplacarse, con una dosis de humildad bastaría.
Un perdón a tiempo es la cura inmediata para una larga enfermedad como es el rencor.
La indiferencia puede ser un arma mortífera ante un alma herida, y un abrazo un somnífero perfecto para calmar el dolor o la locura y generar una cuerda firme que te atará a un suspiro de alivio profundo.
Una sonrisa, es un pequeño proyector de felicidad que puedes dar o recibir de manera contagiosa sin coste alguno.
La envidia no es más que el suicidio inducido de la propia dignidad y el odio un paso a la putrefacción del amor.
El amor es la fuerza absoluta capaz de traspasar cualquier barrera, una aspiradora de ilusiones y buenos sentimientos que alimentan y enriquecen el alma de cualquier ser.
La felicidad depende de nuestro interior, limpia el tuyo.

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