martes, 17 de agosto de 2010

DAVID

Laura Domínguez Arroyo, de Covarrubias, Burgos


David solía decir que antes que lo fácil había que hacer lo correcto.
Y que la coherencia, en la política y en lo humano, era fundamental. Me lo dijo mi hermano y son las enseñanzas más beneficiosas que he oído en mi vida. Yo apenas lo conocía. Antes de conocerlo mejor un cáncer le invadió el cuerpo y se lo llevó. Ahora ya no podré oír sus útiles consejos nunca más. Y me invade una pena tenaz y gris por ello.
Sé que era una de las mejores personas que ha pisado este planeta, porque es la gente como él la que hace de este mundo un sitio habitable. La gente que no se queda inmóvil y pelea, los que organizan cosas, los que viven para los demás, los que construyen nuevas realidades. Los que nos hacen ver que entre toda la mierda y todo lo malo, aún nos quedan resquicios de esperanza.
Recuerdo ahora esos versos de Miguel Hernández: “Siento más tu muerte que mi vida”.

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