- “¡Me duele!”, exclamé retirando la cabeza en un gesto instintivo. Bajó la mano, la dejó aleteando sobre su pecho, y dijo: “A mí también”.
- Tiernas o feroces, cautelosas o impulsivas…. Así de impredecibles son ellas, las palabras… mis palabras.
- Con la mirada perdida en la masa líquida, apoya la caracola en su oreja y oye la marea que crece en su interior. El agua la invade, la vulnera, la estremece, la inunda y se derrama, salada, de sus ojos.
- El amanecer se llena, de colores y sonidos. Tus palabras me hechizan.
- La víctima inocente arriesga demasiado donde nada es lo que parece y cuando no se puede volver atrás.
- Cuando tú saliste y cerraste la puerta por última vez, y yo me quedé sola, sin cielo y sin tierra, sola con mi Dolor…
- Ella me ha enseñado grandes cosas con su comportamiento, una de ellas es que no vive ni de, ni en la queja, vive en el amor y gracias a él se está curando.
- El arameo. Aquel antiguo idioma lamió mis heridas lingüísticas, y urgió una pronta respuesta en forma de redención del alma.
- La paz se encuentra en el ruido de oraciones que se atropellan para salir hasta mis manos.
- Cuando uno se rinde, cuando deja de creer, el mundo le da la espalda. “No te rindas, cree” Mi grito es orden y suplica, y no puedo hacer más si él no quiere coger mi mano.
- Y esa batalla que libra, pobre corazón de barro, termina al fin en Victoria pues es polvo enamorado.
- Y me repito vendrán sin duda tiempos de vino y rosas, de espina y temporal y habrá que apostar a vencer, a no dar gusto al fracaso, eso es vivir.
- Antes de ti, mi vida era una hoja en blanco que sólo tenía el sello de Dios.
- Anidé mis manos en las suyas mientras le besaba la frente sin atreverme a llorar y mentalmente yo que soy ateo dije: “Dios dame fuerzas que mi madre se me muere.”
- A veces como tantos mortales me pregunto: ¿qué sentido tiene todo esto? Quizá dentro de algunos cuantos años recuerde esta tarde, este momento y siga subsistiendo en mí la búsqueda continua de encontrarle un significado rotundo a las cosas.
Los títulos y autores de estas vivencias, por su orden de lectura son:
- ALMA. Lola Sanabria García, de MADRID
- PALABRAS. Claudia Marisol Gaitan Alvarenga, de SANTA TECLA, EL SALVADOR
- MAR INTERIOR. Silvia Rodríguez, de LA PLATA, ARGENTINA
- PALABRAS. Mª Isabel Bugnon, de SANTA FE, ARGENTINA
- ¡CÓMO PEDIRTE…! Mª Pilar Redondo López, de CÓRDOBA
- DOLOR. Ludmila Zasheva, de SOFÍA, BULGARIA
- RE-SENTIR. Rosa Mª Martínez Nieto, de MARBELLA
- ARAMEO. Shandra Ledesma Ortega, de Golmayo, SORIA
- LAS OJERAS QUE ME GUSTAN. Andrés Barca Díaz, de Canals, VALENCIA
- EL HOMBRE QUE SALTA SOBRE SU SOMBRA. Roberto García Bartolomé, de VALLADOLID
- ¿POR QUÉ? Mª Jesús Freire Salinas, de SAN SEBASTIÁN
- PREGUNTA. Marta Rodil, de Santa Fe, ARGENTINA
- MÍSTICA. Gloria Esperanza Pabón Barrero, de BOGOTÁ, COLOMBIA
- “EN LA CRUZ ROJA” Jorge Eduardo Calderón Ortiz, de MADRID
- HOMEOSTASIS. Berenice Guadarrama Flores, de Distrito Federal, MÉXICO
No hay comentarios:
Publicar un comentario