Sentada
en las rodillas de los dioses
escribo con la boca cerrada
y la mano vacía.
Las palabras vienen a salvarme
de una cárcel segura
a corregir
el rumbo de la vida
a abrirme paso entre la muchedumbre
de bocas canceladas
sobre banderas rojas
en el Sur de la Historia.
Ella,
la palabra,
lleva un rosal rojo en la garganta
y por su mano
circula sangre azul.
Rosa Plazaola Fernández de Romarategui
VITORIA
Ha escrito diez libros de viajes y participado como jurado en varios certámenes literarios
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