El corazón de las piedras es también de piedra,
y por mágicas que sean, no puedes evitar que un día pierdan su hechizo
y se vuelvan simples piedras que ya puedes tirar.
A lo mejor es lo que quieren: volver a ser piedra
para juntarse con otras piedras.
Piedras corrientes, piedras pequeñas
que se mezclan con otras para pasar desapercibidas
y vivir su vida de piedra.
Cuando la guerra acaba, los que, como nosotros,
la han perdido, intentan parecer piedras.
No me importa que te pisen las botas claveteadas de los vencedores
o las alpargatas de los vencidos;
lo único que pides es que no se fijen en ti.
Eso no me lo dijo nadie, lo voy aprendiendo por mí mismo
al ver cómo la mayoría busca pasar desapercibido.
Lo llaman la Paz.
José Luis Navarro Lara
Escritor, columnista y guionista
Ganador Premio “Editorial C&M” de libros infantiles
Ganador Premio “Dime que me quieres” de cartas de amor
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