Espejo el que miro y me hallo.
Lo vivido, lo sentido, aquello que me queda por vivir, por sentir.
Mi pasado, mi presente, lo que vendrá.
Mi esencia hecha materia.
Una adicción incontrolable.
Un impulso irrefrenable.
Un instinto primigenio.
Soy yo, los que me precedieron, los que vendrán.
Llanto y alegría,
melancolía y sosiego,
frustración y pasión,
deseo y rechazo,
desesperación y armonía,
miedo y valentía,
consciencia e inconsciencia,
realidad o imaginación…
la inmensidad del universo que me envuelve,
la profundidad de mi cosmos interior.
Cielo Purificación Molina Amaro Zaragoza
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