- Contada así, la historia nos sonríe, como el rostro de De Niro en Taxi driver. Qué impunes han quedado las noticias. No saben adonde ir los personajes.
- Rodrigo64 era su nombre en el chat. Llevábamos meses intercambiando mensajes. Llegó el día de conocernos personalmente. Me senté al final de la barra. Sonó un teléfono. El cantinero me dijo: “Un tal Rodrigo acaba de llamar y le pide que lo disculpe, pero no podrá venir”.
- Levantad la vista y ved el caos producido por los hombres. Las cartas están marcadas. Nadie se atreve a jugar. Y de momento sentimos rabia. De momento…
- En ti pude sentir, descubrir la esencia de tu ser, añadirte a mis amigos, traerte a mi mundo, descubrir la felicidad que en mí se halla.
- Mis libros, mi música, mi correspondencia, mis fotografías, mis recuerdos y pronto me hallé limpiando mi vida, polvo del olvido. Después, acabada mi tarea, sentí un silencio estremecedor.
- El sol de la media tarde otoñal bronceaba los ocres castellanos. ¡Qué dichoso al pensarme protagonista de tantas casualidades: mi oasis flotando en una negrura inmensa!
- Tiempos atrás fui un lobo estepario, un trotador nocturno incansable. Un vendedor de sueños. Fui el esbozo de un quijote justiciero. Una vez, sentí el dolor del tronco retorcido, de un olivo milenario. Desaparecí.
- Antes me molestaba que no me hicieras caso. Ahora me doy cuenta de que te soy indiferente. Ahora me encuentro con que ya no nos quedan palabras.
- Viví como me lo permití y luché como la más increíble de las guerreras. Soy mujer, libre. No tengo nada que no elija y desee, mi nombre es el que elegí y mi fortuna la libertad.
- “No te pregunto qué es lo que no te gusta, sino que concretes, que me digas en qué soy especial”. Era la tercera vez que mantenían esa conversación. Ella volvió a llorar cuando se dio la vuelta. Durmieron separados por un precipicio fácil de salvar.
- ¿En cuántos trozos se puede repartir el alma sin partirse? ¿Cuánto de mí os llevasteis cada uno? ¿Cuántos trozos de vosotros soy?
- Siempre se me queman las tostadas, siempre…
- Te prohibieron. Te vejaron. Te remarcaron. Pero ellos no contaron contigo. Hoy, oímos tu extenso poema sobre las mujeres afganas. Tu voz es más que un símbolo, no hay silencio.
- Había amado muchas veces. Había sentido mucho dolor, heridas del alma. Él era analfabeto. Hoy, veinte años después, ha publicado un libro. Mis vivencias, porque escribió las mías.
- Andando en las calles de mi niñez, tantas gentes vi en el recuerdo de mi caminar, con la misma añoranza con la que mis ojos miran hacia atrás.
Los autores y títulos de las vivencias, son por su orden de lectura:
- Sandra Rojas Díaz (“Como el rostro de De Niro en Taxi driver”)
- Lisset López Bidopia (“De lo virtual a lo real”)
- Emiliano Sebastián Postigo (“Rabia”)
- Virginia Esther Edjang Obunu (Raisa Nve) (“Querido Feliciano”)
- Mercedes de Diego Morejón (“Cronos”)
- Gerardo Gil de la Calle (“De la placidez al desamparo”)
- Miguel Rubio Artiaga (“Fui”)
- Miriam Jiménez Bernal (“Sin palabras”)
- Engracia Núñez Muñoz (“Mujer”)
- Beatriz García Peral (“Bastaba concretar”)
- Pablo García-Inés Aguado (“La patria, más que el camino, son los caminantes”)
- Soledad Guinea Díaz (Sole Parole) (“Currículum vitae”)
- Mª Cecilia Pérez Salas (“Rapsoda”)
- Laura Garrido Barrera (“Sus vivencias”)
- Francisco Javier González de Córdova (“Añoranzas”)
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