jueves, 7 de marzo de 2013

ANGUSTIA

Este verano, mi madre enfermó de angustia.
Temblaba, comía como un pajarito, se negaba a salir.
Paseíllos entre el salón y la cama, desorientada en el laberinto
de los días, el bosque de los recuerdos parcialmente talado.
Al despedirnos me incliné para besarla.
Se abrazó con más fuerza a mi cuello. La inercia de las prisas
rompió el lazo. De regreso, en el coche, recordaba la terrible
angustia que me oprimía en mis primeros días de colegio.
De vuelta, mi madre me recibía de rodillas, los brazos abiertos,
los ojos achinados, la sonrisa hendida. En ese horizonte
agonizaban mis miedos. O se sentaba a mi lado y apurábamos
juntos el cáliz. Día tras día. En el coche, de regreso, pensaba en
la estupidez humana, la incapacidad de mostrar afecto al que más
se quiere. Mi propia idiotez.

Juan Martín García-Sancho
Médico especialista en Inmunología en el Hospital de León
LEÓN
Una novela editada: “Secundarios”, con la que quedó finalista de los
Premios Azorín (2002) y Río Manzanares (2008)

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