viernes, 15 de marzo de 2013

EPITAFIO

Mayo de 2011.
Entre vivos, mi aliento es el sustento de un ser asustado.
No es miedo, ni dolor, quizás pena, apenas alimento para cuerdos.
Locura ajena, también herencia, es silencio, es soledad, ausencia.
Son gotas de sentimiento oculto de una madre huérfana de hija,
luto escondido en aquella planta para locos.
A pocos nos importa el llanto de ella,
hembra que ha parido viva, y luego muerte.
¡La suerte del destino!,
¡qué vil el cuchillo que agresivo a su criatura enterró!
-“Escríbeme para su tumba unas letras, tú morena de ojos tristes
y más duelo que yo”.
Y así la otra loca del cruce de la Rad escribió:
“Nerea, con leche y miel te alimento,
mas sabemos que tu mejor sustento
es el regalo fiel de nuestro amor,
lanzado al viento, convertido en flor.”
Así reza el mármol, piedra derretida,
pero como espada, erguida al Sol.

Luisa Fernanda Rodríguez Lara
Sevillana de nacimiento

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