miércoles, 13 de marzo de 2013

HOY

El café ya está. Me siento y observo el platero que compré
en Londres, soy incapaz de desprenderme de él. Sería como tirar
al cubo de la basura los recuerdos de aquel viaje del ochenta
y cuatro. Si no hubiese sido por aquellas vacaciones,
nuestro matrimonio se hubiera ido al garete.
Siento una atracción repentina por todos los muebles
de mi cocina: los estantes de pino, la encimera de mármol viejo
llena de cortes y manchas, testigos de las grandes comidas de la
familia; las esquineras donde guardo los manteles de hilo…
Un millón de fotogramas discurren frente a mí sobre el telón
de fondo de mis párpados cerrados: los cumpleaños de mi hijos
en esta cocina, sus primeros pasos rodeados de estos muebles;
la de aromas que guardarán entre los nudos de su madera,
qué cantidad de secretos entre las capas de barniz y de cera…

Emilia Luna Martín
Licenciada en Filosofía y Letras
Profesora de Ámbito Sociolingüístico de la ESO
ALGECIRAS (Cádiz)
Premio "Canyada Dart" de Relato Corto
Premio "Ars Creatio" (Torrevieja)



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