AMOR DIFÍCIL
Pedro Abelardo tuvo que franquear paredes invisibles para
tener
el amor de Eloísa. Si bien solo compartieron instantes,
cruces
de miradas, caricias intensas como el fuego, limitadas
por los cánones y las habladurías, esos trozos de horas,
esas migajas de luz, de sueño y encanto, representaron
la eternidad de su delicia. Porque el amor es un río que
no cesa,
que sigue murmurando en el silencio, pasando por encima
de las piedras onerosas. Es un cristal que no se rompe
con los años, porque está hecho con la sangre que nos
forja.
Abelardo
Leal Hernández
Poeta,
novelista, cuentista y ensayista
COLOMBIA
(VII
Antología pág. 97)
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