HOMBRES Y RATAS
El hombre y las ratas subsisten bajo la presión de
condiciones
de extrema peligrosidad: a temperaturas bajo cero, en las
tórridas
arenas desérticas, sometidos a tiránica persecución,
e incluso al ser utilizados como alimento alternativo.
La diferencia entre ambos individuos es que las ratas se
reparten
los desperdicios y atenúan la natalidad cuando disminuyen
los recursos para la subsistencia. El hombre, hecho a
semejanza
de los dioses, eleva a sublimes las cuotas de manjares
disponibles
para cien millones de ellos, mientras mil millones
recopilan
las migajas de los festines, y el resto se muere de
hambre
deambulando por los antros de la miseria y la
desesperanza.
Los senos áridos de las madres moribundas son el
resultado
de la gestión humana. Algún día, reinarán las ratas.
(Euquirne Ravidlaz, TMSH-III)
Enrique
I. Zaldívar Lecanda
PALMA
DE MALLORCA
(VII
Antología pág. 197)
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