lunes, 30 de junio de 2014

ANTOLOGÍA 2013: AMANCIO Y EL MONTE

Como venimos haciendo en días anteriores, seguimos publicando vivencias de la Antología 2013.

 AMANCIO Y EL MONTE

Solo Amancio conocía los secretos oscuros y quietos
en los que late la vida inmensa del monte gallego: eucaliptos
de hoja de plata, pinos orgullosos, robles ancestrales, o el habla
del viento con las hojas eran para Amancio la única demostración
de trascendencia.
Aquel agosto del 55, trajo un San Roque ardiente y seco:
una espada de fuego blandió sobre la tierra sagrada del monte
gallego: banderas flameantes encendieron la noche y parieron
la tragedia que arrasó aquel poema vivo, verde y profundo.
Amancio peleó toda la noche contra el monstruo de fuego y humo.
De mañana, el olor a inerme y a derrota se agarraba
a las gargantas y hacía restregar los ojos incrédulos
ante la devastación. Cuando bajo la luz del día Amancio vio
aquella muerte, sintió que era también el final de su propia vida:
sin habla y ya sin esperanza,
cayó fulminado sobre la tierra quemada.

Mercedes Garrido Paz
ESTRADA (Pontevedra)
(VII Antología pág. 251)

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