MI SOMBRA
Me gusta el aroma a tinta humedeciendo el papel.
El sonido del mar y su olor. Resultan inconfundibles,
a la par que adorables. Añoro el silencio, porque me
aporta la paz
que necesito para seguir adelante. Me encanta la dulce
sensación
del calor de un té suspendido entre mis manos. El sonido
de un piano crescendo,
que realza el momento exacto
en el que cierro los ojos y me dejo llevar. Sentir el
tacto de la arena
bajo mis pies descalzos, como una caricia de belleza
incalculable.
El perfume que vaga en el ambiente, mientras la hierba
verde
sucumbe al fragor de su verdugo. El romanticismo de una
carta
que recibes sin esperar. La brisa sobre un rostro
enrojecido
por el sol, en esas tardes en las que nada parece
importar.
Las nubes que logran matizar un sol querido por todos.
Cerrar la puerta. Mirar tus ojos y volver a empezar.
Silvia
Ares Álvarez-Ron
HUESCA
(VII
Antología pág. 259)
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