viernes, 17 de julio de 2015

ANTOLOGÍA 2015: DE ALLÍ VENGO YO

DE ALLÍ VENGO YO

Las lenguas perdidas han sido descubiertas desde hace siglos para dar matices culturales a las palabras. Desde el sur de América, lugar al que llegaron alguna vez tres carabelas plagadas de otros saberes y otros mundos, de allí venimos hoy algunos inmigrantes a la «madre patria», formándose un crisol cultural que se amplía cada vez más. El mismo idioma contiene múltiples maneras que lo hacen tan único como especial.

El idioma castellano posee en su naturaleza propia matices infinitos. Cada territorio que ha sido conquistado por esta bella lengua le ha puesto tonada a su acento, proporcionando viveza y peculiaridad al sentido del lenguaje. Así, una mezcla de vivas voces rodea las Américas. El mismo español castizo tiene diferentes gamas que lo convierten en un suceso iridiscente y particular.

Emigrar supone el azar de encontrarse con otros mundos, que aunque hablen el mismo lenguaje, han convertido las palabras en decires singulares, arraigados a cada submundo cultural. Emigrar supone también el tener que asimilar otras palabras para adaptarse y poder comunicarse de manera precisa en ese nuevo lugar donde se habita.

A veces, cuando pronuncio palabras en estas tierras tan apartadas de mi terruño, me preguntan de dónde vengo que hablo tan bonito, con esa charla alegre, viva y entonada; entonces les digo que de las Américas, ese lugar donde el sol brilla con más fuerza, allí donde la gente se siente o vive más animada y feliz.

Seudónimo: Marita Arin
(IX Antología)

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