CUANDO TODO ESTO DESAPAREZCA
Cuando desaparezcan
las falsas pestañas
que enturbian
nuestras miradas
y podamos ver los
clamorosos estadios
llenos de
culturales olimpiadas.
Cuando desaparezcan
los postizos
que agobian calvas
y mentes
y nos sentemos en
los cosos
vacíos de
sufrimiento y muerte.
Cuando desaparezca
la piel de tigre
que falsa nos
recubre y encontremos
en el espejo al
tierno lechón que todos
somos ante la
inminente y última expiración.
Cuando desaparezcan
las fanáticas lentillas
del monocolor que
nos abruma y se aprecie
el mundo con su
arcoíris libre y vario, y estén
los adoratorios
vacíos de carbonera fe militante.
Cuando desaparezcan
los cascos que nos idiotizan y aíslan
con su enlatado
ruido y oigamos la música de la naturaleza
que nos rodea, siempre
que bajo el cemento y el invasor
asfalto no haya
quedado definitivamente sepultada.
Cuando desaparezcan
las negras gafas del futuro incierto
lejos de
constructores de muros y tapias que cercan
nuestra alegría y
nos encierran en el tupido
saco de sus tristes
días y de su oscuridad aciaga.
Cuando desaparezca
la niebla y podamos contemplar
un amanecer claro,
que no haya sido arruinado por fabricantes
de la política smog
que todo lo impregna y pudre, empeñados
en velar nuestra
mirada con su cendal gris de agonizante.
Cuando todo esto
desaparezca, entonces veremos
la meridiana
claridad del día y con ella
algún nuevo Quijano
que en alado Rocinante
por el mundo se atreva a «facer nuevas Españas».
Eliseo Méndez Nieto
LAS PALMAS DE GRAN
CANARIA
(IX Antología)
No hay comentarios:
Publicar un comentario