FACER ESPAÑAS
«Miré los muros de la patria mía…»
(Francisco de Quevedo)
A esta patria tan
suya y tan amada
le surcan todavía
por sus venas
dolores viejos,
repetidas penas
que aún no han
cicatrizado. La dorada
época de esplendor
quedó atrapada
en los libros de historia.
Hoy apenas
del muro se
recuerdan sus almenas
y el esplendor
arcano, casi nada.
Mas si este pueblo,
corazón y arcilla,
expandió sus raíces
a otro mundo,
merece, justo aval,
la confianza.
Descuidad, don
Francisco, su semilla
germinó en un
subsuelo tan fecundo
que aún florecen
gavillas de esperanza.
II
«No he de callar, por más que con el dedo…»
(Francisco de Quevedo)
No es menester que
calle todavía,
precisamos saber
que su garganta
ante lo injusto
clama y se agiganta
henchida de razón y
gallardía.
No es menester que
calle, cada día
la sinrazón a la
ternura espanta,
como si Cierzo con
su voz quebranta
al dedo acusador. Y
le diría
que en este
deambular precipitado
es cuando más su
voz se necesita
para alcanzar la
luz. Llenar el hueco
que a la palabra le
hemos usurpado.
Y una vez más
acudirá a la cita,
si no su voz veraz,
lo hará su eco.
Manuel Laespada
Vizcaíno
Nacido en ALBACETE en 1958
Licenciado en Geografía e Historia
(IX Antología)
(IX Antología)
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