GRATITUD
Doña Pilar era una gran profesora y prueba de ello fue el
que su funeral reuniera a muchos de sus antiguos alumnos. Tal vez otra prueba
sea la pasión que a mí me dejó, no solo por la literatura, también por la
palabra en sí misma y por el idioma en su conjunto, que es, como el agua en la
química, el disolvente universal que permite todo tipo de conexiones.
A raíz de la aparición del BASIC, lenguaje informático,
dijo ella el vocablo así, tal como suena en español, y más de un alumno se
sonrió, y aun alguno se rió abiertamente. Y ella, con paciencia, aprovechó el
lance para explicar la diferencia entre las siglas y las palabras, la
pronunciación permitida en diferentes idiomas y el origen y significado del
anglicismo «esnob».
«El orgullo del hispanohablante es disponer de la lengua
más rica imaginable, así que no la adulteréis con aportaciones innecesarias.
Aprended otros idiomas y utilizadlos con toda corrección en el contexto
adecuado, pero no contaminéis el nuestro creyendo que así os mostráis cultos,
porque justamente conseguiréis lo contrario. Cuidad nuestra lengua, porque nos
permite entendernos con millones de personas… y entenderse es lo primero para
reconocer en el otro a un hermano».
Y así, ella que llevaba como segundo apellido el O´Reilly
de su madre irlandesa y podría haber protagonizado la anécdota atribuida a
Cela, cuando siguió una conferencia en inglés tras un incidente similar, nunca
decía «sándwich», sino «bocadillo» o «emparedado», por ejemplo. Y abominaba de
los medios cuando algún locutor cambiaba «oír» por «escuchar» o cometía el
desliz del «contra más» en vez de «cuanto más». Hoy se desgañitaría explicando
la barbaridad del «detrás tuyo» o «encima mío», usados incluso por personas
cuya expresión debería servir de modelo.
Eva Barro García
Profesora
Premio Juan Valera de Novela (2011)
Premio Internacional de Novela Siglo XXI (2013)
Profesora
Premio Juan Valera de Novela (2011)
Premio Internacional de Novela Siglo XXI (2013)
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