WADI AL-ABYAD
He visto cómo amanece en
otra ciudad a un océano de distancia de mi país. Mi casa más allá del golfo de
México. He sentido el aroma a naranja impregnada en el aire de Murcia. He
recorrido los puentes y las cazuelas del barrio del Carmen. Me he perdido en la
Gran Vía y he sentido miedo y sol en los macetones del puente viejo. Me atreví
a vivir, a vivirme. Me atreví a ser la viajera que llevo dentro. Me atreví a
nadar sobre el agua, como cuando te sumerges en los sueños, como si a cada gota
llegara el poema de la vida; del viaje eterno de la musa del Romea. Cada
movimiento piensa en la vida, en la paz que otorga el miedo cuando nos muestra
el misterio del valor. Cuando atravesamos afluentes. Cuando escribo en cada
palabra los sueños que se me han despertado por Floridablanca. Todos somos
viajeros, lo sepamos o no. Caminamos la tierra, fluyendo como el río Segura,
como tierra y nubes y humo y pájaros que se extienden hacia el corazón. En la huerta
de Europa elegí la vida, descubriendo en cada risa, el instante del día posado
sobre la ventana, recubriendo el piso con las misteriosas sombras, que solo el
secreto de la luz sabe hacer. Cada día desde España sujeto con fuerza mis
pasos, porque soy dueña de mi tiempo y construcción de mis sueños.
Berenice Guadarrama Flores
Maestría en Biología Experimental
(VIII Antología)

No hay comentarios:
Publicar un comentario