PAÑA
Vendo ratones. No es lo más raro que he hecho en mi vida, y me permite
conocer nuevos lugares y personas. Los vendo en ferias por toda España. Claro,
son de juguete. Esta vez, mi vecino de puesto es un hombre enorme, que se
aburre enormemente y viene a conversar conmigo cada muy poco tiempo. Su
grandioso corpachón impide al público ver cómo muevo mi ratoncito para que
parezca vivo. Es argentino, el gigante, no el ratón, habla con un acento
dulzón, y vende Españas. Le pregunto si en su país vende Argentinas. Se ríe.
—Solía hacerlo —dice—. Pero Argentina es muy grande, querido; la sierra no
puede con ella. Conque me vine acá, que es todo más chico.
Fabrica rompecabezas de madera, que corta con una ruidosa sierra de calar.
La hoja dibuja y recorta el perfil de la península ibérica, y luego va
dividiéndola en regiones. Cada una de un color diferente.
—De modo que «haces Españas», pero desmontables.
—Al piberío le gusta desarmar el país para luego rearmarlo.
—No solo al «piberío» —le respondo. Y «qué miedo, este país “armado”…»,
pienso para mí—. ¿Se venden bien?
—No. Y ya no sé si lo entiendo. ¡Oh! Veo clientes potenciales. Chau. Vuelvo
al laburo.
Y entra «laburosamente» por el pasillito que da acceso a su puesto.
Al día siguiente, otro monótono día igual para todos, para él es diferente.
Levanta la persiana al mismo tiempo que lo hago yo. Allí están mis ratones. En
el suyo, los rompecabezas peninsulares.
—¡La concha de la lora! ¡Mirá qué quilombo!
Detengo mi persiana y me asomo al puesto del desorden que intuyo tras la
palabra «quilombo».
Los rompecabezas están allí, sí, pero algo ¿mágico? ha
ocurrido. El mapa de España ha cambiado de ayer a hoy. Los colores siguen
marcando fronteras, pero… uno de los bloques se ha esfumado.
—Falta uno. En todos.
—No te lamentes. Quizá ahora vendas más.
Iñaki Caballero
Seudónimo: Sam Martin
Nacido en TOLOSA (Guipúzcoa) en 1953, reside en
Donostia
(XII Antología)
No hay comentarios:
Publicar un comentario