HISPARIDAD
Yo tenía un abuelo que era escritor, pero nadie
lo sabía porque solo escribía para mí. Él decía que tan solo era un
«juntaletras» y que disfrutaba jugando con ellas, cambiándolas de sitio e
inventando palabras con las que luego construía frases que parecían no
significar nada y lo decían todo. De todas las que inventó la que más me
gustaba era la palabra «hisparidad» que él me intentaba explicar como la
cualidad de los pueblos hispanos para estrechar lazos caminando juntos e
integrando sus diferencias, pero hasta que no lo vi con mis propios ojos no lo
entendí. «Hisparidad» era ver a mi abuelo compartir café y tertulia con el
abuelo de Hugo, recién llegado de la selva amazónica e intercalar los «ustedes»
y los «vosotros» sin pisarse ni el orden ni el respeto. Era escucharle contar
cómo emigró a la Argentina con una maleta llena de hambre y de sueños y volvió
con ella cargada de mate, tangos y plata suficiente para vivir dignamente en su
país. «Hisparidad» fue celebrar la Navidad con la familia hondureña que acababa
de instalarse en el piso de enfrente y regalarles nuestro «aquí» para que se
olvidaran de su «allá». Mi abuelo además de inventarse palabras se inventaba
veleros con los que surcaba mares y océanos hasta arribar a las costas del
Pacífico donde desplegaba su bandera con el lema «Facer Españas», pero nunca se
dio cuenta de que lo llevaba faciendo toda la vida.
Esperanza Temprano Posada
Abogada
MADRID
(XIII Antología)
No hay comentarios:
Publicar un comentario