LA TIERRA QUE GERMINA
Mi padre fue zapatero reparador y mi madre, trabajadora del hogar.
Me crie con la esperanza de superar la pobreza.
Siempre desde niña tuve la ilusión de viajar y conocer el mundo.
Veía España como país muy lejano, una foto en calendario fue lo más cercano,
la pobreza apagaba mi ilusión de ir a España, pero tenía una esperanza.
Mi madre me decía que la única herencia era la educación, lo que me dejaría,
así que me esforzaba por aprender las lecciones de la escuela cada día.
Por falta de alimento tuve desnutrición y me faltaba fuerza para estudiar.
Crecí poco, me quedé pequeña, pero nunca dejé de estudiar.
Amé la lengua española, me fascinaba leer poesía, cuentos, relatos.
En materia de español ganaba muchos concursos.
Era para mí y para mis padres un orgullo obtener reconocimientos.
Mi camino poco a poco me llevaría a especializarme en la literatura,
terminé mis estudios secundarios con un regalo entre mis manos,
un libro con dedicatoria cuyas frases motivaban mi hábito de la lectura.
Mi pasión por la literatura se combinó con la pintura;
en esta área tuve muchos fracasos
y no pude continuar con la escuela de pintura.
Un camino se cerraría, pero se abrirían otros maravillosos,
una escuela de escritores, que me daba nuevos motivos.
La escritura pronto me convertiría en la escritura de guiones.
Ingresé a la escuela de cine donde combinaría la literatura y cine.
Escribí muchas historias que podía dibujar y más tarde filmaría.
Fueron muchos años de creación y crecimiento grande.
Una historia trágica jamás imaginada se convirtió en mi propia historia.
Me casé y tuve dos hijas, la segunda hija la perdí en medio de la pobreza
y falta de atención médica.
Desesperada quise salir del país y superar esta tragedia.
Pensé en ir a España, el país que añoraba desde niña.
Después de mucho esfuerzo y sacrificio llegamos a España.
Llegué con mi esposo y mi hija pequeña que me sobrevivía.
Paz y serenidad al llegar a España sentía.
Mi corazón por primera vez tranquilo sentía.
Hablábamos el mismo idioma de formas diferentes,
diferencias en palabras y pronunciación
con hábitos y costumbres diferentes,
pero había muchas semejanzas.
Aprendí de los hábitos y las costumbres.
Poco a poco me fui adaptando junto con mi familia.
España me abrazó y abrazó a mi familia.
Me sentí protegida y querida.
Ya tenemos ocho años de vivir en familia.
Me siento en mi hogar aquí.
He cultivado amistades y esperanza para salir a trabajar.
Agradecida estoy de vivir aquí,
España es la tierra donde todo germina, el «facer Españas».
Aquí nació mi hija, la pequeña Hannita,
hija de padre británico y madre mexicana,
mi hija tiene la mezcla de México, Inglaterra y España,
una mezcla de una vida que germina.
CIUDAD DE MÉXICO, 1972
Estudió en la Escuela de Escritores de la SOGEM y en la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas de la UNAM (ENAC)
(XIV Antología)
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