«RE-VIVENCIAS»: TIERRA

 

                    TIERRA
 
 
Tierra para ser pisada; tierra para recoger la semilla;
tierra para dar frutos.
 
Noble misión de la tierra que nos acoge.
Tierra con un color, con un olor, propios y característicos.
 
La tierra es el crisol de la humanidad y de la naturaleza toda.
 
Tierra, terruño entrañable, que me vio nacer y crecer.
 
Mi tierra es una parte importante de mi propio ser.
 
No es nada cuando uno se desentraña de su tierra.
 
Necesitamos el contacto con la tierra
para recoger la savia humoral de su inspiración,
de su genio, de su tradición.
 
Hay que identificarse con la tierra universal
a través de la propia parcela que pisamos.
 
Gente desarraigada, sin tierra,
que sufre nostalgias infinitas
de añoranzas, de morriñas, de inadaptaciones.
 
Somos de la tierra de donde hemos brotado
y desarrollado nuestros afectos vitales.
 
Pisar firme es conocer la tierra, palmo a palmo,
para identificarse con ella.
 
Conocer la tierra, vivir en ella, morir en ella.
 
La tierra la hacemos nosotros, día a día.
La creación no se ha parado.
Y esta es nuestra terrible responsabilidad.
 
Hoy la creación sigue.
¡Y la tierra, barro en nuestras trémulas manos…!
 
 
(Fernando Orlando, Tomo I, 1968)