«… Y entonces Antonio
de Mendoza y fray Juan de Zumárraga, castellano y vasco ahítos de biografías
extraordinarias, celebran entre sorbos de agua clara y ráfagas de una brisa
blanca saltar el mar desde la vieja España y, como intangible regalo eterno,
comenzar a construir una herencia limpia de conquistas, castigos y turbias
conciencias: traer la luz, el saber y el idioma» (pág. 10, Vicente Ortí
Hernández, «Dos hombres»). Primer Premio.
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