VUELA
Querida compañera de intercambios
musicales:
Pronto terminarás el Bachiller y, como sé
que estás en una encrucijada, hoy, en lugar de recomendarte una canción, he
decidido escribirte unas letras.
No tengas miedo de volar, amiga mía; no
temas a la distancia, pues en otros momentos de la historia, la lejanía perdió
su sentido gracias a los puentes que las palabras alzaron sobre el mar, un mar
que hoy me conduce a una expedición de navegantes que, en 1492, pusieron rumbo
a lo desconocido, permitiendo que las ideas de Erasmo y de Nebrija surcaran las
olas.
Tengo la impresión de
que todavía suenan los ecos de aquellas ideas y, por eso, estés donde estés, en
las aulas de tu futura universidad, se celebrará el 28 de enero la festividad
de Santo Tomás de Aquino, nombre que se puso a la primera universidad de las
Américas, fundada precisamente un 28 de octubre de 1538 (el mismo día de tu
cumpleaños, pero con 468 años de diferencia). Desde entonces, un cosmos de
conocimiento llegó al Nuevo Mundo: Platón se hizo idea, Aristóteles
sensibilidad, Cicerón poesía, Descartes método y Kant conciliación. Con el
tiempo llegaron la razón absoluta, el materialismo histórico de Marx y el
triunfo de lo utilitario.
Hoy te propongo, como lo
hicieran Unamuno, Gasset o María Zambrano, recuperar la experiencia de la vida
y, por ello, te invito a volar en el universo de las emociones, tal y como
hemos hecho en los últimos años intercambiando temas musicales de uno y otro
lado del Atlántico.
Vuela, María, vuela de
la mano del conocimiento, y que el sol de Paraguay, la lluvia de Galicia y la
brisa del Mediterráneo te abran la puerta de lo sensible, como hasta ahora lo
hicieron nuestras canciones.
Sonia María Saavedra de
Santiago
Abogada y profesora de Francés
(XV Antología)
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