«RE-VIVENCIAS»:

 

            ESTÍMULO
 
 
El estímulo es el motor que impulsa a progresar.
 
Sin estímulo la vida se nos queda entre las manos,
como un objeto inútil.
 
La vida es lucha. Pero se lucha por algo o para alguien.
 
El primer estímulo es el egoísmo.
El exaltar el propio yo a través de todas las manifestaciones
del poder, las riquezas, los honores, la inteligencia
es el primer estímulo que mueve al ser humano.
 
El estímulo egoísta aflora siempre, aunque no queramos,
en todas nuestras acciones.
 
Las victorias sobre el propio egoísmo son las más difíciles.
 
Personas inteligentes son las que saben colocar
los estímulos egoístas en el puesto que les corresponde
dentro de una escala de valores,
señalada por la ley natural o divina.
 
Grandes personas son las que saben proponer a sus
colaboradores un plan de vida, con unos estímulos tales
que los hagan identificarse plenamente con la empresa común,
llevándola al triunfo.
 
Estímulos para los que viven contigo,
en tu propia casa, en tu propia empresa.
Estímulos para la sociedad en que vivimos,
para avanzar, para ser mejores,
para que haya más amor, más paz.
 
 
(Fernando Orlando, Tomo II, 1965)