YO, TOMÁS DE SAN MARTÍN
(Fundador de la primera universidad de las
Indias)
Presto oídos al piar
obsequioso de la pajarería que llega en esta tarde gentil hasta mi estancia del
convento del Santísimo Rosario, en Lima, y siento un adobo de sosiego en el
alma. Me acerco a los setenta y dos años y si echo la vista atrás, a fe que ha
llovido con hartura desde que tomé el hábito dominico allá en mi Palencia tan lejana.
Un mundo nuevo se abrió para
alabanza de mis ojos, como retablo de maravillas, en mis viajes a las Indias.
En estas tierras del Perú viví el quebranto de la guerra feroz entre hermanos
de las huestes de Pizarro y Almagro, pero tuve también la gran ventura de
fundar conventos, escuelas y, en sobre todas las cosas, el Estudio General de
la Ciudad de los Reyes. Partí hacia España en viaje que no acabó en naufragio
por intercesión de los ángeles custodios y en la ciudad de Valladolid el soberano
de soberanos, Carlos I de España y V de Alemania, firmó ante mis ojos la real
provisión por la que se fundó el camino de la enseñanza superior en estas
tierras siguiendo el modelo del Estudio General de Salamanca. Era un 12 de mayo
de 1551, que en la gloria del Señor será efeméride de grande recordación.
No siento jactancia, que es
pedrería engastada por el demonio, pero sé que nuestro estudio general traerá
notoriedad y ventura a estas tierras. Colegí por largos años que estos indios
que ofrecen sacrificios a sus dioses en tiempos de sementeras han de hacer
sacrificios algún día para competir en conocimiento con los descendientes de
los conquistadores.
Tiempo atrás referí, en
crónica muy leída, que en el Cuzco había un apartado donde vivían trescientas
vírgenes dedicadas a honrar al sol. Y pues bien, ahora digo que a no mucho
tardar habrá trescientos de estos indígenas honrando a la antorcha de una nueva
sabiduría que perdurará sobre grilletes y destemplanzas.
Vive en Galicia
Se define como «viajero sin destino, pobre aspirante a escritor a la caza de sueños fugitivos y empleado en oficinas imaginarias»
Ha plantado cientos de árboles y escrito algunos libros
(XV Antología)
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