BIENVENIDA
¿Es admiración lo que veo en tu mirada? Y bien, niña,
creo que me lo merezco. No quiero pecar de soberbia, pero los años me han dado
la sabiduría de la edad y también de la experiencia.
Aunque no lo creas, así como me ves, popular, laica y
gratuita, mis orígenes fueron religiosos y algo selectos y aunque no me
apetezca recordarlo, comencé siendo colegio, eso sí, colegio máximo como me
nombraron los jesuitas.
La Córdoba de la Nueva Andalucía fue creciendo a mi
alrededor en un valle privilegiado por la naturaleza, bien elegido por don
Jerónimo Luis de Cabrera para fundarla a las orillas del Suquía como llamaban
al río los pueblos originarios.
Cada vez fui cobrando mayor importancia y
diversificándome, no solo de filosofía y teología se habló en mis entrañas, sino
que nuevas ciencias comenzaron a sumarse.
Y no me creas simplemente intelectual que también tuve
mis momentos de rebeldía, bien decían en las calles que todos los movimientos
sociales y políticos por mí comenzaron.
Vi pasar marchas y contramarchas, protestas y reformas
y con orgullo digo que di a Córdoba el apelativo de «La docta».
¡Adelante! Da el paso inicial en ese camino que abrieron las primeras mujeres egresadas apenas estrenado el 1900, yo te abrazaré y te convertiré en otra de mis hijas y con orgullo dirás que formas parte de la universidad más antigua de la Argentina.
Docente y escritora
Primer Premio Biblioteca Córdoba
Mención especial en Novelarte
(XV Antología)
No hay comentarios:
Publicar un comentario