UNIVERSIADA
Mi nombre es Orobajo, el de la universidad, soy de piel dorada, habitante de Montevivo del Citará, en la nación Emberá.
Quiero contar que desde el tiempo naciente de los antepasados existía un
mito en nuestra madre tierra sobre la llegada de personas de rostro pálido,
luciendo ropas calurosas y objetos metálicos. Pero las edades del cielo, en su
trasiego de noches y días, transforman la leyenda en una gran realidad cuando
unos navegantes alcanzan la orilla de este original territorio. Supimos después
que procedían de una península llamada ibérica en una aventura al uso de la
época. Desde entonces, compartimos y somos parte de estos paisajes hermosos
revelados de verde.
De allá para acá, fruto de este encuentro, hubo gestas muy buenas, como
la fundación en las Américas de nuevos templos de conocimientos, llamados universidades,
que para mi estirpe fueron y son patrias universitarias que han dado a nuestra
vida una nueva manera de ser.
Hoy pienso y escribo en esta lengua ilustrada que convive en las universidades
con la ciencia y la cultura de aquellos y actuales años, en las facultades de
la República Dominicana y México, asimismo en las de Argentina y Perú, que
también en otros Estados hermanos, donde se aprende un poquito más de los demás
para convertirnos en los mejores de la geografía del tiempo culto del mundo
latino.
Guillermo
León Serna Quintero
Nacido
en Antioquía (Colombia) en 1956, reside en Campillos (Andalucía)
(XV Antología)
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