«A Francisco de Vitoria, burgalés y dominico,
/ sirvan estas palabras para ensalzar su posteridad, / para sacar a la luz el
fruto de su humanismo / que condujo a renovadas máximas de moralidad / entre
los nativos del Nuevo Mundo, de singularidades tamañas, / con idiosincrasias
tan disímiles a las de nuestra España…» (pág. 46, Isabel García Viñao, «Por los
caminos de la sagesse»).
No hay comentarios:
Publicar un comentario