martes, 23 de julio de 2024

ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 



«… Isidoro, así se llama el pequeño que viste sotana y cuyas sandalias envuelven sus pequeños pies que aún no tocan el suelo de piedra al estar sentado, tiene clara a su corta edad la sacralidad que abunda en la transmisión del saber. Comprende que los libros son como puertas que permiten entrar a lugares donde da igual el espacio y el tiempo porque quienes los han escrito siguen otorgando sabiduría y grandeza pese a la muerte o al paso de los años y así como se deleita con todo lo que le transmiten las letras de san Agustín, san Jerónimo, Virgilio o Prudencio él también desea regalar sabiduría a otros seres humanos, compartir con ellos la grandeza de Dios. Es esto lo que lo mantendrá cerca de la eternidad…» (pág. 120, Cristóbal Campos Cerda, «Cerca de la eternidad»).


No hay comentarios:

Publicar un comentario