lunes, 23 de junio de 2025

PRIMER PREMIO OROLA 2025: «TESTAMENTO DE UN REY»

 



TESTAMENTO DE UN REY

 

No soy más que el viajero de un destino

que nunca me ha pertenecido.

El tiempo me sostiene en su engranaje

como sostiene el río la ceniza

de un árbol consumido por la historia.

 

Soy rey, pero no guardo entre mis manos

el oro de los dioses ni el relámpago

con que otros gobernaron en la tierra.

No hay gloria en el puñal que rompe el alba,

ni en la ambición de acero de los reyes

que solo ven la vida en los estandartes.

 

He visto alzar ciudades y he sentido

su aliento sofocado entre las piedras.

He visto arder la fe sobre los muros,

templos que se vistieron de ceniza

y lunas que lloraban entre rezos.

 

He visto a los vencidos en las sombras,

cubriendo con sus manos la derrota,

y he visto a los vencedores en la luz

descubrir que la gloria es solo polvo.

 

Si algo aprendí del fuego,

si algo aprendí del miedo y las espadas,

es que la eternidad se mide en surcos,

en libros que resisten a la guerra,

en labios que pronuncian dos idiomas

y encuentran en sus voces la concordia.

 

No soy más que un viajero de los siglos,

un nombre en el latido de la piedra,

un eco que murmura en las esquinas

el sueño de un jinete solitario.

 

Si alguien me busca,

que no me encuentre en mármoles

ni en crónicas escritas por la espada.

Que busque en la oración de los humildes,

en manos que construyen y no hieren,

en quien aprende a amar sin rendiciones

y en quien, al ver la sombra de otro hombre,

no pregunta su patria ni su credo.

 

José María Remesal Pérez

 


SEGUNDO PREMIO OROLA 2025: «FERNANDO III: EL FUNDAMENTO DE LA LUZ»

 



FERNANDO III: EL FUNDAMENTO DE LA LUZ
 
Los reyes se suceden como el pulso de la historia: algunos son sombra que se desvanece, otros quedan anclados en la carne de los siglos. Fernando, en cambio, no es solo un nombre en la piedra, sino la argamasa misma que sostuvo un reino que aún no entendía su unidad.
 
Nació en la incertidumbre de los tronos divididos, donde Castilla y León se miraban como hermanos distantes, atados por la sangre pero separados por el orgullo. Su madre, Berenguela, le enseñó que el poder es más que conquista: es permanencia. Y él aprendió pronto que unificar no es imponer, sino entretejer. Su reino no se alzó sobre ruinas, sino sobre la alquimia de lo diverso.
 
Era un hombre de hierro y de fe, pero no de la fe cruel que empuña la espada sin mirar atrás, sino de la que comprende que la eternidad no se gana solo en el campo de batalla, sino en la pluma, en la ley, en la lengua. En su corte, las palabras se fundieron como metales preciosos: el latín de los clérigos, el romance de los suyos, el árabe y el hebreo de los que habían hecho de la península un crisol de sabiduría. Fernando no solo conquistó ciudades, sino que las moldeó, permitiendo que la savia de siglos fluyera en nuevas formas.
 
Sevilla fue su último gran aliento, la ciudad que se rindió ante su paciencia más que su propio ejército. No quemó su historia, la habitó. Entró a la mezquita con respeto, no con furia y cuando el alminar de la Giralda vio alzarse la cruz, no fue el fin de una era, sino el comienzo de otra. No murió como un monarca envuelto en oro, sino como un hombre que comprendía su propia fragilidad. Su legado no fue una corona, sino una visión.
 
 
Cristina García Grueso
 
 
 
 
 
 

TERCER PREMIO OROLA 2025: «ENTRADA EN SEVILLA»

 



ENTRADA EN SEVILLA

 

El peso del sol aún dormía en la piedra. A lo lejos, donde las murallas se fundían con el cielo, los últimos jirones de humo dibujaban en el aire una caligrafía de derrota. Habíamos entrado sin resistencia, con la paciencia de quien deshoja, pétalo a pétalo, la flor de un reino ajeno. Sevilla, la dorada, la perezosa, la antigua, yacía extendida ante mí como un animal herido, con sus torres aún en pie y sus calles impregnadas de una nostalgia ardiente.

 

Desmonté con la lentitud de quien entiende que la historia no necesita prisa. La arena crujió bajo mis botas. A mi derecha, una fuente lanzaba al aire su última letanía, una cinta de agua deslizando la lengua de los vencidos sobre el mármol polvoriento. No sé por qué, pero me vino a la mente un recuerdo de infancia: la sensación húmeda de la lluvia sobre los aleros de Burgos, el aroma a lana empapada, las botas pesadas chapoteando en el barro. ¿Había pensado entonces, niño aún, en la idea de poseer un reino?

 

Un anciano me observaba desde la penumbra de un arco. Su túnica, limpia y sencilla, se movía apenas con la brisa. En su rostro se dibujaba una ecuación que ya había visto antes: miedo y orgullo, en una proporción exacta. No parecía temerme como se teme a la espada de un soldado, sino como se teme a la corriente de un río que todo lo arrastra.

 

—Señor, —su voz era una piedra arrojada a un pozo—, ¿qué haréis con Sevilla?

Miré a mi alrededor, dejando que mis ojos resbalaran sobre las columnas esbeltas, los azulejos cubiertos de polvo, los jardines sumidos en una melancolía vegetal. Mi respuesta llegó con el tono de quien se contesta a sí mismo más que al otro.

—Nada —murmuré—, salvo dejar que siga siendo hermosa.

 

En algún lugar, oculto entre la maraña de arcos y sombras, un ruiseñor cantó.

 

 

 Raúl Ordás Fernández

 

 

 

 

 


GANADORES EL PREMIO OROLA 2025

El XIX Premio Orola de Vivencias ya tiene ganadores. Como años atrás ha sido muy difícil la elección debido al alto nivel de las vivencias presentadas, todas con un gran valor literario e histórico.

El primer premio, con una dotación económica de 5000 euros, corresponde a José María Remesal Pérez de Lorca (Murcia) por su vivencia «Testamento de un rey». El segundo premio de 2000 euros es para Cristina Grueso García de Madrid por su vivencia «Fernando III: el fundamento de la luz». Y, por último, el tercer premio, con una dotación de 1000 euros, se otorga a Raúl Ordás Fernández de Trobajo del Camino (León) por «Entrada en Sevilla».

Desde la editorial queremos dar la enhorabuena a los tres ganadores y también nuestro agradecimiento a los más de trescientos concursantes que han participado en esta edición del premio en 2025.

 





martes, 17 de junio de 2025

ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 




«… A nuestro protagonista le importaba la humanidad por sobre la omnipotencia de un Dios que prestaba su nombre para inmovilizar al mundo. Antonio había estudiado todas las posibilidades para sacar la verdad a la luz y, sentado sobre los conocimientos adquiridos, sentía cómo se le encogía el estómago ante las consecuencias que se avecinaban. Rebelarse frente a quienes ejercían el poder podía llevarlo a la muerte…» (pág. 94, Martín André Rosas Ortiz, «Libertad»).

 


jueves, 12 de junio de 2025

ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 



«… ¿He de decir que no sé lo que sé? ¿Qué tiranía es esta que no puedo decir lo que pienso, poniendo a salvo el credo? Si entre los libros latinos hay alguna divergencia, primero hay que recurrir en el Viejo Testamento al hebreo y en el Nuevo Testamento al griego. Después de la Biblia de san Jerónimo, por causa de la diversidad de códices, estos no han sido revisados ni corregidos como debieran. Si prescindimos del hebreo y del griego y hacemos desaparecer sus códices, nos sumergiremos en la oscuridad de las brumas eternas. Yo solo interpreto lo que ha dicho el autor de la Sagrada Escritura por boca de los apóstoles…» (pág. 92, María José Hernández López, «Elio Antonio de Nebrija. La defensa del oficio de gramático»).


martes, 10 de junio de 2025

CADA VEZ MÁS CERCA EL DESENLACE DEL PREMIO OROLA

 


ASÍ ESCRIBEN NUESTROS AUTORES

 




«… ¡Humanista esplendente, Elio Antonio! Para ti no hubo nada que pesara menos que las plumas de las aves apretadas por tus meritorios dedos coordinados con tu pensamiento para escribir tamañas obras. Tus plumas y la tinta permitieron que tus manos volaran raudas a los dos árboles del paraíso, al árbol del conocimiento del bien y del mal y al árbol de la vida para colgar cartelas escritas en latín, griego y hebreo que ondearan con autenticidad en sus ramas…» (pág. 90, Isabel García Viñao, «El sinfín de una mente brillante»).


viernes, 6 de junio de 2025

ANTOLOGÍA 2024: GRAMMATICUS

 



GRAMMATICUS
 
 
Cómo se atreven a sacarme de mi mortaja. Ni la vecindad de Cisneros, él siempre tan recio y severo, me ha servido de gran cosa. Insisten en desempolvar mi causa, se atreven a etiquetarme como el primer humanista ibérico, a desafiar mis escritos, ningunear mi Gramática. ¡Mi reino por una palabra! Y además en latín, la lengua de la cultura, de la belleza, de las artes plásticas y de la empatía. Soy... grammaticus, el que ordena el pensamiento, el que, implacable, enseña a pensar. ¡Qué más da que hayan transcurrido quinientos años si las palabras siguen siendo el enjambre del olvido! No me hagan levantarme de mi sepultura en balde, no celebren efemérides que luego se ignoran en la primera orilla barrida por la marea... Soy grammaticus para coser a gritos las ideas del progreso y de la crítica, para defender la autoría de la palabra frente a mercaderes sin escrúpulos, para enseñar a nombrar. No me hagan quitar la loba y el bonete para desmayar la libertad de expresión y de juicio, para ignorar la muerte de las humanidades y la agonía de los lectores. Soy grammaticus, aunque el deseo viaje hoy por pantallas y los versos ahora naveguen desorientados en una red, agónica y virtual. Yo, Aelius Antonius Nebrissensis grammaticus, reto a cualquier español contemporáneo a que me lea, me analice, me traduzca del latín a cualquier lengua autóctona. A que me viva. Al menos, quinientos lectores que igualen los años en los que he estado meditando y versificando en mi tumba.
 
Alcalá de Henares, 21 de enero del 2024
 
 
Anita Wonham
Guionista de documentales y poeta. Es directora de comunicación de la revista poética en formato digital Poesía y Métrica.
Publicaciones: los poemarios Rimas y venenos (2019); Sola en ti (2020); Jaque a la dama (2021) y Si me ves, llora (2023). Ha participado en varias antologías poéticas y organizado encuentros y recitales poéticos como Paraules al jardí (Alicante, 2022) o San Juan de la Cruz: lenguaje y discurso poético (Toledo, 2023).
En 2023 dirigió y fue coguionista del documental Nebrija vive, emitido en Radio Televisión Española.
(XVIII Antología)