UNIVERSO
No había ni una sola nube en el cielo. Hacía tiempo que
vivía en esa casa aislada para evitar la contaminación lumínica y poder ver con
claridad cada objeto celeste.
La noche era perfecta y enfocó el telescopio hacia Al
Dhanab. La vio perfectamente con su color azul de tipo espectral, luego la
buscó en Internet y leyó una vez más sus características.
Buscó fotografías de la estrella en las páginas de la
red, cada vez más emocionada, y las guardó en un fichero.
La Vía Láctea era un camino perfecto en el cielo y se
dijo que esa primavera iniciaría el Camino desde Roncesvalles.
Cambió la dirección del telescopio y enfocó Aldebarán,
Vega, Merak, Ascella, estaba emocionada. Una noche magnífica, hasta que le
llegó el olor de la cena quemada.
Juan Lorenzo
Collado Gómez
ALBACETE
(X Antología)
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