SUPERACIÓN
La vida no merece la pena
sin un espíritu de superación.
Superación de la vida rutinaria,
tediosa, anodina.
Superación como un desafío a la decadencia,
la enfermedad, la desgracia,
el desaliento, el infortunio, la depresión.
Superación como exaltación de la capacidad humana.
Ser otra persona, por encima de crisis,
problemas, ataques,
mirando por encima de la contingencia.
Para superarse
es preciso una ascesis, mirar más allá
y pensar que la mente y el espíritu
pueden dominar el miedo
hasta que la luz de la inteligencia
se apague
y la fuerza de voluntad se doblegue
ante el ocaso inexorable de la muerte.
(Fernando Orlando, Tomo V, 2006)
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