jueves, 21 de noviembre de 2024

«RE-VIVENCIAS»: COMPLEJO

 


          

         COMPLEJO

 
Para ser feliz hay que estar libre de complejos.
 
El complejo es una especie de bobina mental
realizada a base de una idea fija que condiciona
y explica una determinada actuación.
 
Hay muchas clases de complejos,
pero los más frecuentes son los de culpabilidad, inferioridad y superioridad.
 
El complejo de culpabilidad es el más frecuente.
El pecado original es la primera y más transcendental
manifestación de complejo de culpabilidad de la humanidad como tal.
 
Nos sentimos culpables. Muchas veces no sabe de qué.
La ley natural, la moral, su conciencia,
nos acusan constantemente de fallos en nuestra conducta.
 
En la conciencia se halla inciso el complejo de culpabilidad
con antigüedad de milenios, pero con la actualidad de un hecho reciente.
 
La culpabilidad, cuando no es un producto espontáneo de faltas cometidas,
sino que gravita constantemente y morbosamente sobre todas nuestras acciones, 
se convierte en complejo.
 
El complejo de inferioridad nace, de ordinario, del abuso de un carácter fuerte
sobre otro débil, anulando la personalidad de este.
 
Entre dos personas que tienen que convivir siempre se establece una lucha,
expresa o tácita, por la supremacía.
Porque siempre hay uno que tiene complejo de superioridad sobre el otro.
 
El complejo de superioridad aparece siempre en toda comunidad de personas.
 
La soberbia es la causa del complejo de superioridad.
Soberbia del ser, quizás mejor dotado, quizás adulado,
quizás favorecido por la suerte y, en todo caso,
por circunstancias totalmente ajenas a su capacidad inicial.
 
Hoy en día se lucha en casi todo el mundo a causa de los complejos
de superioridad e inferioridad. Y la lucha es dura, ingrata y larga.
 
Es muy difícil deshacer la trama de un complejo
porque se halla entretejida de lazos, hilos y sentimientos
que pertenecen a las fibras más íntimas del subconsciente.
 
Complejos personales y complejos sociales.
Y estos, muchas veces multiseculares,
más difíciles de resolver que aquellos.
 
Los niños.
Y las personas mayores responsables de los complejos de los niños.
Por nuestra conducta afectiva hacia ellos,
por nuestro sistema educativo,
por nuestras reacciones…
 
Sin complejos se puede ser feliz.
Se puede ser sociable, amable, humilde, activo
y disfrutar de los bienes naturales de la vida.
 
 
(Fernando Orlando,1965)


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