viernes, 10 de septiembre de 2010

ALUMBRAR

Jesús de Dios Pacios, de Cabrerizos, Salamanca


El miedo guía mis pasos mientras te espero. Sé muy bien que de esto nada sabes, que vendrás aunque no quiera, que nada te importará salvo la luz que te ciega y que te asusta. Sé que te gustaría retornar y que no puedes y que aquí estoy yo para suplir la mar que te acunaba, para abrazarte con torpeza y engañarte la memoria, aullando en tu oído los vientos que ya olvidas y que anhelas, para besarte la piel y dejarte en ella el rastro del tibio amor que ahora comienza.

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