jueves, 9 de septiembre de 2010

EL HOMBRE QUE SALTA SOBRE SU SOMBRA

Roberto García Bartolomé, de Valladolid


Cuando el peso de la vida no te deja respirar. ¿Qué pueden hacer los que te rodean por sacarte del pozo?

Él es mi amigo, mi hermano, rezaría por su alma si fuera necesario, aún desconociendo a quien dirigir mis ruegos. Abandonaría el paraíso para bajar a las profundidades solo para hacerle compañía.

Pero, ¿qué se puede hacer por un hombre empeñado en saltar sobre su sombra?, ¿qué decirle a quien a decidido dejarlo pasar? Porque el mundo está lleno de luces que nos alumbran y se van, y hay que estar muy atento para cogerlas entre las manos y no dejarlas escapar. Porque la vida es para los valientes que se arriesgan a llorar y se permiten recoger el fruto nacido de sus lágrimas.

Cuando uno se rinde, cuando deja de creer, el mundo le da la espalda.

“No te rindas, cree” Mi grito es orden y suplica, y no puedo hacer más si él no quiere coger mi mano.

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