jueves, 14 de julio de 2011

Autorretrato

En toda mi vida yo no alcancé para nada, fui tan sólo y
siempre promesa de mí mismo. Así, cuando decía “yo”, lo
decía en futuro. Lo poco que tomaba en un presente era
inacabable y eterno, pero no era.
Así el amor, las flores, los puentes…

Creí que me detenía en las cosas frágiles y pequeñas, y era
que éstas morían conmigo… Eso fue vivir: morir de cosas así.

Todo aquello que no he sido y que ha sido lo mejor de mí…

Sólo somos nuestra versión de lo otro.

Se da la vida poco a poco, por cosas que no valen mucho,
pero que al final siempre valdrán una vida.

No hay nada como ser otros. Tan felices, tan ajenos.

Sólo el infierno prueba la existencia del alma.

Hay errores que se pagan con la vida. Nacer, por ejemplo.


Escrita por Marco Aurelio Ángel-Lara, de México

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