viernes, 15 de julio de 2011

También la sombra se viste de colores

Madre

Hoy es un día azul.
Ahora te preguntarás qué puedo yo saber de azules
si mis ojos inútiles
nunca sintieron otro color que el de las sombras.

Ven a pintar el mundo
me decías de niño
vayámonos juntos a buscar los colores.

En el sol sobre la piel me enseñaste a hallar el rojo:
azul era el agua que huía de mis manos
mientras sonaba atrapar al aguacero.
Descalzos por la hierba buscábamos al verde.
Respíralo, decías.
El blanco fue más fácil de encontrar:
estaba en el silencio interior
en la música leve.
El blanco era tu brazo.

Madre

Soy feliz.
Hoy me besó en los labios la primera muchacha.
Se vistieron los rojos en mis venas
de amarillos y azules
lo blanco se adueñó de mi espíritu
y el mundo fue por una vez más verde que tus ojos.
Un beso con sabor a todos los colores
un solo beso
madre
me ha enseñado por fin lo que es el arco iris.

no llores.

no llores.


Escrita por Irelia Pérez Morales, de Cienfuegos, Cuba

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