jueves, 15 de diciembre de 2011

Soledad

No es soledad lo que duele. 
No es el vacío de estar solo el que me inunda. No. 
Se puede seguir adelante sin tener al lado a alguien en quien apoyarte, 
que te ayude a levantarte cuando tropiezas, sin un cuerpo al que abrazar para dormir. 
Hay otras formas de conversar, de expresarse y de sentir. 
No necesito compartir lo que soy, lo que deseo, lo que ensueño. No. 
No sufro por la ausencia de caricias, ni añoro palabras cálidas que me arropen en las noches frías. Puedo caminar por la orilla del río, junto a los árboles, 
sin necesidad de acompasar mis pasos a otros pasos, 
sin tomar una mano para recorrer el sendero. 
Puedo saltar, reír, llorar. 
Puedo volar con mis propias alas. 
Podría incluso llegar a vivir así. No es el miedo a estar solo el que me ahoga. No. 
No es la soledad lo que duele. 
Lo que mata es tu ausencia.

Escrito por:
Jesús Espada Triguero
TOLEDO



1 comentario:

  1. esa es la verdad de tantas mentiras, pues a la soledad uno se acostumbra pero no a la ausencia de aquella persona que con su luz nos alumbra.... exelente¡¡¡¡¡

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