lunes, 5 de diciembre de 2011

VIVENCIA DE AMOR

Arden en el cristal las esperanzas. Un sol que centellea frágilmente como beso de invierno enamorado. Evito la ceguera del reflejo y abro la ventana, me asomo hacia la calle, hacia la vida. Eres la voz en cada transeúnte, cada niño que grita, cada almendro que empieza a despertarse a la belleza. Cada paso que doy se dirige a tus labios, cada luz que me habita se acomoda en tu sombra para decirle al tiempo, desde allí, que no importa su rastro, ni el destierro que cuecen sus hervores, ni el gran veneno gris de su transcurso. “¡Ven!” -me dices… Y cierro la ventana. Y me sonríes. Y nada -o casi nada- es importante, que todo es superable mientras ardo por dentro hacia tus ojos, pues vida soy en ti mientras te vivo.


Escrita por:
Andrés R. Blanco



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