martes, 31 de enero de 2012

EL DESPERTAR

Oía ruidos, no podía saber qué eran.
De pronto sentí una gota cayendo en mi cara,
pero no podía abrir los ojos,
mis párpados no procesaban las órdenes que se dibujaban
en mi cabeza.

Sentí algo en mis labios,
un calor los recorrió,
intenté abrirlos otra vez, NO PODÍA.
¡Despierta! Oí.
Qué sueño tan raro estaba teniendo.
Esta vez mis párpados me estaban obedeciendo,
ahora pude abrir los ojos
y vi unas máquinas, no, eran monitores de… ¿hospital?
Había una mujer llorando, posé mi mirada en ella.
Se dibujó una sonrisa en su cara,
era la persona que más quería,
y… estaba a mi lado.
No importaba lo que me hubiese pasado,
en ese momento me sentí afortunado.


Ana Belén Serván Cabanillas
VALDETORRES (Badajoz)

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