martes, 7 de febrero de 2012

OTOÑO

Caían las primeras hojas de septiembre, 
llegaba el último día del horóscopo. 
Mi cumpleaños coincidía con el nacimiento de mi primera nieta. 
Recibí la noticia en la carretera, con el volante en las manos, 
las preocupaciones económicas en mi cabeza y Dvorak sonando en el casete. 
“El Nuevo Mundo” repicaba en los timbales, 
caminando entre las neuronas de mi mente, 
mientras imaginaba la llegada de aquel nuevo ser al mundo, 
mientras recordaba la llegada ya lejana de su madre, mi primera hija.

Una lágrima resbaló por mi mejilla, 

parangón de aquella hoja magenta enganchada en el limpia. 
“Qué breve es el tiempo”, me dije, 
y la figura de mi amiga y amante esposa besó mis labios 
o quizás fue un recuerdo, ¡qué más da!

Después seguí mi camino.
Eso es la vida, un camino, como dice el poeta, nada más.
Entre unas nubes se desperezó el sol.


Juan Manuel Martín López
LAS ARENAS (Vizcaya)

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