martes, 20 de marzo de 2012

MATERNIDAD

Yo no quería ser madre.
Sólo pensar que lo sería, me ponía enferma.
Apenas sabía cuidar de mí misma,
y tener de repente alguien que dependiera exclusivamente de mí,
me daba auténtico pánico. Poco a poco, mientras la tripa iba creciendo
y yo sentía cómo aquél “alienígena” se movía dentro de mi cuerpo,
me descubría acariciándome el vientre, hablando con ese ser
con quien empezaba a tener una conexión especial.
Mi condición de embarazada me había obligado a cambiar
mi vida entera, pero los días pasaban y algo estaba cambiando
no sólo en mi exterior, sino en mi forma de ser.
Cuando llegó el día, tras veinticuatro horas de dolores,
me abrieron la barriga para sacarlo como quien saca a un torero por la Puerta Grande.
Y entonces fue cuando nació mi alma.
Y al verlo comprendí
que la soledad intrínseca del ser humano se desvanece al ser madre.
Desiré Vidal Perea
JEREZ DE LA FRONTERA (Cádiz)

5 comentarios:

  1. Esta vivencia debería llamarse Doble Maternidad, porque al final fueron dos los que nacieron. Muy bello, gracias.

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  2. ¿Que vivencias van a publicar, las elegidas este año o las que aparecen en la última antología publicada en octubre de 2011?.

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    1. Estas vivencias que estamos publicando pertenecen a la Antología publicada en octubre de 2011.

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  3. Esto es la vida, saber que cuando eres madre, vives y mueres por tus hijos y la peor de las penas es verlos morir antes que a una misma.
    Es un relato sentido gracias por hacernos partícipes del milagro de la vida.

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  4. ¡HOLA,Desiré!Me encantaría saber si sos la persona que creo.
    Te dejo mi pág. web:www.martinburgos.com.ar
    Si sos la Desiré que conozco,me encantaría tener noticias tuyas,si no,felicitaciones por el poema.

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