miércoles, 25 de julio de 2012

LA TRISTE DECISIÓN


Tras mucho pensarlo decidí no asistir a aquella fiesta, 
aunque sabía que defraudaría a muchos de los asistentes. 
No me sentía con ganas, no podía ser, 
en las últimas semanas habían acontecido varios encuentros desagradables 
con algunos de los que me tendría que encontrar allí. 
Era una decisión meditada; no, no me veía con fuerzas para acudir. 
Lo lamentaba por aquellos que querían verme, 
por esas personas a las que no quieres defraudar nunca 
y por ello, si fuera necesario, les explicaría mis razones…


Llegó el día. Apagué el móvil para evitar las llamadas 
de esos amigos que te alientan a olvidarte de los momentos turbios 
y por eso mismo quise desconectar, para evitar 
que en un momento de debilidad aceptara acudir. 
Lo encendí al día siguiente, dispuesto a contestar 
a todos los mensajes y llamadas recibidas. 
No llamó nadie.



Miguel Ángel Sánchez Vicente
CALAHORRA (La Rioja)

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