lunes, 6 de agosto de 2012

ANTOLOGÍA 2011: TAMBIÉN LA SOMBRA SE VISTE DE COLORES

Madre no llores.
Hoy es un día azul.
Ahora te preguntarás qué puedo yo saber de azules
si mis ojos inútiles
nunca sintieron otro color que el de las sombras.

“Ven a pintar el mundo” –me decías de niño-
“Vayámonos juntos a buscar los colores”.

En el sol sobre la piel me enseñaste a hallar el rojo:
azul era el agua que huía de mis manos
mientras sonaba atrapar el aguacero.
Descalzos por la hierba buscábamos al verde.
“Respíralo”, decías.
El blanco fue más fácil de encontrar:
estaba en el silencio interior de la música leve.
El blanco era tu brazo.

“Madre, no llores.
Soy feliz”.

Hoy me besó en los labios la primera muchacha.
Se vistieron los rojos en mis venas
de amarillos y azules
lo blanco se adueñó de mi espíritu
y el mundo fue por una vez más verde que tus ojos.
Un beso con sabor a todos los colores.
Un solo beso madre
me ha enseñado por fin lo que es el arco iris.


Irelia Pérez Morales
Profesora. Licenciada en Historia y Ciencias Sociales
CUBA

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