AL AMIGO AUSENTE
(A Francisco P. Sabater. In memoriam)
Pone mayo el silencio de su huida
en el tibio cristal de mi ventana.
En paz estoy conmigo y con el mundo,
que ahora fluye, deriva, lentamente,
navío en tarde azul hacia la noche.
Es momento propicio a los recuerdos.
Toman forma las sombras de mi infancia
y siento tentaciones de llevarte
a los sueños del niño que yo era.
Vayamos hacia atrás o hacia delante,
a tu infancia o tu ausencia, poco importa,
mojados y hermanados por la nieve
de un verso desprendido de Cernuda:
“… sueño de alguno donde
tú no sabes”.
Bebedor insaciable de la vida
puesto en pie entre la luz y el desamparo,
tu dicha está indefensa, como entonces.
¿Qué puedo yo decirte? Solamente
que esta tarde es hermosa y Dios alienta,
mientras alguien aquí, tras mi ventana,
su corazón coloca junto al tuyo,
en defensa de todo lo que importa.
Blas
Muñoz Pizarro
Licenciado
en Filología Hispánica
Profesor
(VII
Antología pág. 93)
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